La viña se encuentra en pleno desarrollo vegetativo y toca esparrizar, eliminando el exceso de brotes de las cepas y dejando dos pámpanos en cada uno de los pulgares que resultaron de la poda. A veces se deja que tire algún brote fuera de lugar para poder corregir en un futuro la forma de la cepa. Y otras veces también dejamos de esparrizar para disfrutar de lo que nos rodea.