5 DE AGOSTO, 2023_CATA

Llevábamos tiempo con ganas de tener una perspectiva completa de todo lo que habíamos hecho hasta ahora y este sábado llegó el momento.

Abrimos todos los crianzas que tenemos, dos por añada y llevamos siete, para catarlos cada uno de nosotros en el orden que quisiera.

Nos sorprendió que se mantuviesen bastante enteros, sin apenas pérdida de sabor ni de color, aunque este último hubiese evolucionado de tonos más azulados en el borde de la copa a los anaranjados propios de una guarda más prolongada. Algo parecido a nuestras arrugas.

También apareció algún problema de corcho en uno de los crianzas de las primeras añadas, lo que entendimos como un problema puntual de esa botella en cuestión, pues su pareja en el tiempo estaba correcta.

Si llegamos a ello, la próxima cata de este tipo que hagamos será tras la elaboración de nuestro décimo crianza, lo que supondrá tener veinte vinos abiertos encima de la mesa. Pero eso ya se verá