27 DE SEPTIEMBRE, 2020_TIRAJE

La uva que vendimiamos hace ocho días se ha transformado en un caldo que, a partir de ahora, acabará su fermentación alcohólica encerrado en robustos envases de vidrio. El color es muy diferente del experimento del año pasado, del que hemos degollado una docena de botellas para beber en la vendimia y ver cómo evoluciona. A nosotros nos parece que ha mejorado con respecto al degüelle anterior: está más fino y redondo, y mantiene un bonito color y una burbuja discreta y lenta.

Ayer embotellamos nuestro quinto crianza, un vino que no ha dado ningún problema durante su elaboración y que pinta bien. Unos 15º de carga alcohólica, en la linea de lo que hacemos, pero muy bien integrados, y con una sensación de crianza en barrica suave, que respeta los sabores golosos de la garnacha. Pero será mejor que lo catéis vosotros mismos y os hagáis una idea, siempre pensando que aun le queda su paso por botella.