La cosecha 2016, tras once meses en barrica y ocho en botella criándose en los triperos de nuestra bodega, ya está en toriles. El caldo está listo para las distintas lides a las que haya de enfrentarse. A disposición de los socios.
Hemos echado en falta alguien que animase la mecánica tarea del encapsulado y etiquetado, por aportar nuevos puntos de vista a nuestras conversaciones. Pero ya tenemos el vino presentado, con etiqueta y en cajas, para que paséis a por él.
El vino tiene 14’4º y su ph al embotellarlo era 3’8. Realizamos el bastoneado de lías, batonage, durante la crianza en barricas de roble francés y americano de primer y segundo año, que embotellamos por separado para reconocer mejor las maderas. Trasegamos en julio, después de la maloláctica, y entró en botella a finales de septiembre. Ahí todavía tiene recorrido, por lo que mejor descorcharlo antes para que respire.
Ha precipitado un poco, así que tendréis que ser cuidadosos a la hora de servir las últimas copas. Pero seguro que pronto le pilláis el truco. Y ya nos contaréis.