El hielo y la escarcha dominan nuestras mañanas, dando fin al otoño y paso a la Navidad. La viña, deshojada por completo, se refugia en sus raíces para afrontar el nuevo año y sobrevivir a la dureza de la estación. Las lluvias de los últimos días han sido abundantes, y el campo está embarrado y huele a setas. Esperamos que disfrutéis de lo que hemos hecho entre todos y que sea un buen punto de partida para seguir adelante.
Esta es la presentación de una de nuestras botellas. Si tenéis alguna duda de cómo colocar la etiqueta, echad un vistazo un par de entradas más abajo. Con respecto al vino, nos dicen que sería mejor mantenerlo unos meses en botella para afinar alguno de sus matices; pero como se trata de aprender y de que todos vayamos cogiendo referencias, os animamos a probarlo por vuestra cuenta, y luego ya decidiremos cuando sacar de su reposo el resto del vino que nos queda.